Al Margen/Manuel Padilla Muñoz

Al Margen

Por: Manuel Padilla Muñoz
EL PODER.- La profesora Georgina Moncada Fuentes, “muy amiga” del secretario general de la Sección 35 del SNTE, Jorge Salcido Portillo, se ha convertido en el verdadero poder tras el trono. Como tesorera del Fondo de Solidaridad Magisterial tiene todo el control no solo de ese organismo sino que va más allá. Dentro de la sección sindical hay quienes recuerdan todavía los inicios de Georgina, cuando logró un contrato para vender colchas y edredones a los maestros sindicalizados y que los abonos se les dedujeran vía nómina. El entonces secretario general, el jo…vencito Gerardo Alba Castillo, le autorizó ese convenio. Georgina Moncada trabajaba como maestra en un kinder en Cuencamé y su situación económica no era muy boyante, de tal manera que p0ara venir a Torreón, utilizaba aventones de sus compañeros maestros. Hoy, Georgina Moncada se traslada en lujoso automóvil del año y está construyendo ----dicen algunos maestros--- lujosa casa cuyo costo nadie sabe de dónde salió. “Si no quieres que se diga, no lo hagas”, justifican los maestros detractores de la tesorera del Fondo Magisterial. En este organismo, como tesorera del mismo, tiene todo el control del mismo y de ese mod0o controla al presidente del mismo, Jorge Mora, aunque este sea concuño del secretario general Jorge Salcido. Llega a tanto su poder, que un chismoso, queriendo ganar la simpatía de Salcido, le comunicó que Georgina era “muy amiga” del director de la Normal de lerdo y fue el profesor Omar el que salió de la dirigencia del sindicato. De esas. El Fondo Magisterial, tradicionalmente ha sido la “caja chica” de todos los dirigentes seccionales de donde sacan para sus lujos, sus casas, vehículos, viajes, amantes (mujeres y hombres) y hasta para campañas políticas del Panal y a nadie le rinden cuentas. Jorge Salcido, pues, es un rehén de Georgina Moncada. Ni modo.

CREDIBILIDAD.- El regidor Rodolfo Walls Aurioles es un tipo muy preparado; de eso no cabe la menor duda. Se ha convertido en la “piedrita en el zapato” para la actual administración municipal al revelarse como el mayor crítico de la misma. Sus argumentos pueden ser de lo mejor de este mundo, solamente que tiene un defecto: no tiene credibilidad y menos calidad moral para sus propuestas que, repetimos, pueden ser de excelente calidad pero están condenadas al fracaso. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que, desde el puesto de regidor que ocupa, no es tanto el interés por la ciudadanía lo que lo guía sino aprovechar los reflectores y la atención de los medios de comunicación para su provecho personal pues con ello pretende una candidatura a diputado local o federal. Ya una vez, siendo el principal colaborador de José Ángel Pérez, trató de dar un “madruguete” en busca de una candidatura cuando publicitó su imagen a través de varios espectaculares pero fracasó. Hoy, aferrado a la sagrada nómina busca trascender en la misma tratando de asegurarse un nuevo cargo pero, lo criticable, utilizando los recursos públicos, porque su sueldo se paga con el dinero de todos los torreonenses.
Si de verdad fuera sincero Rodolfo Walls, todo lo que propone que, reiteramos, pueden ser muy buenas ideas, debió haberlo hecho cuando era el principal operador político de “Tonto Loco” José Ángel Pérez, donde, de hecho, fue el virtual vicepresidente municipal y el hombre con más poder sobre el alcalde. No lo hizo por conveniencia propia, no de la ciudadanía, a quien desoyó, fue altanero y falto de sensibilidad política, de tal suerte que fue uno de los principales factores para que el PAN perdiera la presidencia municipal. Eso, la memoria social no lo olvida pues nos somos retrasadas mentales como nos quiere suponer Rodolfo Walls. ¿Por qué antes no y ahora sí?, pudiera ser la interrogante que muchos nos gustaría respondiera el regidor Walls, tomando en consideración que la sinceridad es la perfecta correlación entre lo que se dice y lo que se hace. Desde esta óptica, ¿cree usted que Rodolfo Walls es sincero? Es por eso y mucho más que la ciudadanía que piensa desconfía del panista Rodolfo Walls. Y más ahora que ha hecho alianza con el nefasto Pedro Luis Bernal (“El Clinton Lagunero”; luego les diremos la causa) porque, además, son de la misma calaña. Batallaron muchos años pero, finalmente, se encontraron.