Al Margen

Por: Manuel Padilla Muñoz

TRAMPOSO DESDE CHIQUITO.- Dicen ---y dicen bien---, que “genio y figura, hasta la sepultura”. Y es cierto. El imberbe regidor priista Pepe Ganem ha sido, es y será tramposo. Hace poco menos de dos años, Pepe Ganem, ya practicaba el box. Un día, los dueños de los gimnasios donde se practica el deporte de “las orejas de coliflor”, decidieron realizar un torneo entre los jóvenes que lo practicaban para sacar a los mejores. Así fue como Pepe Ganem llegó a disputar el título de mejor boxeador de su peso (medio) en la Comarca Lagunera. Sin embargo, y aquí está el detalle, su entrenador consiguió con el entrenador de otro gimnasio que le pusiera de oponente a un “costal” para que el triunfador fuera el futuro regidor. El entrenador del opositor, al contrario, le puso a un”perro” del box, un joven que trabajaba en la policía de Torreón. En el segundo round, Pepe Ganem fue enviado a la lona a punto del nocaut. El entrenador de su rival le recordó a su pupilo que debería dejarse ganar para que triunfara Pepe. Y así fue. Pepe Ganem fue declarado triunfador en su categoría mediante una pelea previamente arreglada. Parece ser que, desde entonces, se le quedó la habilidad de ser tramposo y mentiroso. Para que lo conozcan.

PANORAMA.- Oscuro es el panorama del PRI en la elección para diputados locales en el municipio de Torreón. Sus posibles candidatos, ahora apenas aspirantes, tienen un muy bajo perfil de tal forma que, de ellos mismos, no cuentan con los atributos para conseguir los votos de un triunfo electoral. Los juniors Antonio Juan Marcos, Alberto Román Cepeda y Blanca Maltos tienen, pues, la necesidad de colgarse del moreirismo que les haría el trabajo de conseguir votos mediante la bien aceitada maquinaria priista. El colmo es el caso de Antonio Juan Marcos: su papá, alcalde de Torreón que al terminar le entrega a su vástago la diputación pluri; luego, “Toñito” le entrega la diputación a su papá. ¿En cual “democracia” del mundo es posible esto, así como heredar un cargo público? Solamente en México y, especialmente, en Coahuila.
En el caso de los diputados locales por Torreón, el PRI, tiene desventaja. La cúpula priista, en su miopía de que el pueblo solamente está llamado a votar para ellos, ignora a candidatos que tienen la capacidad de ganar, por sí mismos, una elección popular. El caso más ejemplar del PRI es la ignorancia a personajes como el doctor Francisco Javier Dorantes, actual titular de Salud Municipal, quien en su trayectoria política bien puede garantizar un triunfo legal al PRI. Lástima de no utilizar buenos candidatos.
Si esta desventaja la tiene el PRI, imaginemos que el PAN postule como candidatos a diputados locales a un Carlos Bracho, a Rodolfo Walls, Natalia Virgil o bien Marcelo Torres, que serían buenos candidatos, peligran los candidatos priistas. Sin embargo, por el PAN se menciona a un hijo de Jorge Zermeño cuyo único mérito sería el apellido paterno. Debemos tomar en cuenta que, en esta elección, los candidatos a diputados locales priistas no tendrán la protección y cobijo de Humberto Moreira.

LA FUNCION DE MOREIRA.- La hasta cierto punto fácil asunción de Humberto Moreira a la presidencia nacional del PRI demuestra que la alta cúpula priista, dominante del partido, lo manda para aprovechar su carisma que obtuvo como gobernador con la finalidad de agrupar a la causa de Peña Nieto a la mayoría de los gobernadores de los estados que no comulgan muy bien con “El Gaviotón”. A raíz de la caída del PRI en el poder presidencial, la herencia fue que los gobernadores convirtieron a sus entidades en una especie de virreinatos autónomos, con el manejo discrecional de sus diputados federales y senadores a quienes convirtieron en una fuente de poder. Es así como gobernadores como Mario Marín, de Puebla, y Ulises Ruín, perdón, Ruiz, adquieren impunidad a pesar de sus graves delitos cometidos. Unificar esos virreinatos a favor de Enrique Peña Nieto es la misión principal de Humberto Moreira.
Quienes deben estar felices son los reporteros de la Ciudad de México pues tendrán como fuente a uno de los políticos priistas más parlanchines, fuente casi inagotable de buenas noticias que ganen encabezados, en la persona del polifacético Humberto Moreira. Sin embargo, llegará el momento en que los cansará con tantas y varias declaraciones con el peligro de perder espacios publicitarios nacionales y, por ende, credibilidad.

PELIGRO.- El “primer compadre” del país, Guillermo Anaya Llamas, contrató los servicios del español Antonio Solá, experto en las bajas artes electorales, quien en 2006 asesoró al entonces candidato Felipe Calderón y se hizo célebre por acuñar la frase de que el “Peje” Andrés Manuel López Obrador era “un peligro para México”. En los últimos años, este cómplice del fraude electoral del 2006 ha asesorado a varios candidatos panistas, con diferentes grados de éxito, aunque siempre cobrando jugosísimos honorarios. Al menos su presencia en la campaña promete que se va a poner buena y que no estaremos aburridos. Así pues, podemos considerar que “Antonio Solá es un peligro para Coahuila”. ¡Y que peligro! Pues es seguro que venga la “guerra sucia”.
Pero no es todo, resulta que el “hermano Cómodo”, Rubén Moreira, para contrarrestar una posible “guerra sucia”, contrató a su vez a su tocayo Rubén Aguilar, si, aquel ex guerrillero, izquierdista ---¿lo será todavía?---, encargado de corregir todas las babosadas ---que eran muchísimas---del boquiflojo y delincuente electoral Vicente Fox.
El que jugaría en la campaña de su tocayo Moreira, será articulando redes de apoyo entre la sociedad civil e integrándolas a la plataforma de campaña. Pero hay que preguntarse si en un futuro cercano lo veremos en conferencias de prensa aclarando “lo que Moreira quiso decir...”

MENTIROSOS.- Para que vea Usted el grado de mentirosos que son nuestros políticos, cabe el ejemplo que ha dado el ex gobernador de Durango, Ismael Hernández Deras, que tanto presumió en su mandato en el sentido de que Durango era un estado seguro y que ante los innumerables actos delictivos que constantemente sucedían en la vecina entidad, nada, absolutamente nada hacía. Resulta que ahora vive con su familia en Calgary, Canadá. Tuvo que poner un país (Estados Unidos) de por medio para estar seguro, seguridad que nunca brindó a ningún durangueses y para ello se le pagaba. De ese tamaño es el miedo que tiene Hernández Deras.
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